Una mujer en su día internacional: mi suegra

El desierto patagónico en la provincia de Río Negro es el habitat natural de las leyendas patagónicas. La franja menos habitada de la provincia, es reconocida como “la línea sur”. Una línea con el oriente pintado de azul mar y el occidente con nieve, montañas y lagos. El espacio medio, el desierto con parajes sueltos, aquí, allá; por ahí.

 
 Yaminué es el nombre que de un paraje. Un lugar no muy conocido por los habitantes de la provincia. Sin embargo, de este lugar ignoto del mundo surge una mujer.  Mujer de lo común, de lo desapercibido, mujer que no conoce discursos halagadores, ni piropos, ni flores primaverales.

Mujer que fue dada a luz en el desierto, sin asistencia médica, ella que nace y su madre ahí sola. Victoria Colil, así fue bautizada. 

La familia Colil poseía cierto ganado, algunas hectáreas de tierra. Familia que fue estafada. En su defensa el viejo Colil perforó el estómago de su estafador, por esta razón fue encarcelado. La estafa no sólo se llevo los animales y las tierras sino que además desparramó a los hermanos Colil.

Victoria Colil vio continuar su vida, a pesar de su negación, en casa de una familia de profesionales en Bahía Blanca. Del desierto a la ciudad. Personas que le brindaron un hogar, la posibilidad de finalizar los estudios. A pesar de estar en ese hogar, Victoria no abandonó su lugar. Continuará……

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